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Energetica 156_marzo2016

SISTEMAS HÍBRIDOS DE GENERACIÓN SUMINISTROS ORDUÑA Ahorrar combustible gracias al sol La energía fotovoltaica es el complemento ideal para el suministro eléctrico apoyado por diésel precisamente para las industrias que consumen mucha energía sin acceso a la red pública o que se ubican en zonas con unas infraestructuras insuficientes. La energía eléctrica que se obtiene de forma descentralizada a partir de sistemas fotovoltaicos constituye una parte importante del suministro de energía del futuro. En todo el mundo 500 gigavatios de potencia proporcionada por generadores diésel suministran corriente a empresas industriales. Los grupos electrógenos diésel son la tecnología más destacada para el suministro de corriente, especialmente en las regiones sin conexión a la red pública o con unas infraestructuras insuficientes. El diésel tiene un elevado coste y quienes apuestan exclusivamente por los grupos electrógenos de diésel (gensets) para la producción de energía deben asumir unos elevados gastos corrientes a consecuencia de los aumentos de precio y del consumo permanente de combustible. Si además el combustible debe suministrarse en regiones de difícil acceso, los costes reales aumentan aún más por los gastos de transporte y almacenaje. En este caso el litro de diésel a menudo puede llegar a duplicar el precio. Existe una necesidad apremiante de soluciones alternativas de energía que permitan frenar el aumento de precios y mejorar la competitividad. Las soluciones híbridas SMA Fuel Save y SMA Sunny Island combinan generador diésel y generador fotovoltaico minimizando de esta manera la dependencia de combustibles. Hoy se debe aprovechar la energía fotovoltaica, que es la opción más rentable de generar energía sin necesidad de ayudas públicas. La energía fotovoltaica es una tecnología probada y fiable de la que cada vez más empresas industriales se benefician y que constituye un complemento rentable y ecológico para los sistemas de diésel. La combinación de diésel y energía fotovoltaica ofrece a los grandes consumidores industriales un suministro de energía económicamente atractivo y seguro. Además, las instalaciones fotovoltaicas no generan emisiones, necesitan poco mantenimiento y apenas tienen gastos corrientes. Las instalaciones fotovoltaicas poseen una estructura modular y pueden adaptarse de forma flexible a la necesidad energética actual. Pese a tener unos costes iniciales más elevados, las instalaciones fotovoltaicas híbridas se amortizan en un plazo de unos cinco años. Por esta razón, la energía fotovoltaica es el complemento ideal para el suministro eléctrico apoyado por diésel precisamente para las industrias que consumen mucha energía sin acceso a la red pública o que se ubican en zonas con unas infraestructuras insuficientes. Rentable, respetuoso con el medio ambiente y eficiente Para los operadores de comunidades de regantes, grandes explotaciones agrícolas, plantas desalinizadoras o complejos turísticos son decisivos unos costes eléctricos bajos, una rápida capacidad operativa así como una fiabilidad y una disponibilidad máximas. Y precisamente esto es lo que hace que los sistemas híbridos con la SMA Fuel Save y Sunny Island sean tan atractivos. Ofrecen enormes ventajas frente a un suministro exclusivo con diésel: menores costes de combustible, reducido riesgo de subida de los precios y de abastecimiento y disminución de las emisiones de CO2. Los proyectos de ahorro de combustible con sistemas híbridos tienen habitualmente dos vertientes: proyectos hasta 200 kW con Sunny Island y proyectos mayores de 1 MW con los sistemas SMA Fuel Save Controller. El cerebro del sistema de ahorro en aplicaciones MW El Fuel Save Controller es la interfaz entre el generador diésel, la instalación fotovoltaica y los consumos. El SMA Fuel Save Controller es compatible con inversores Sunny Tripower y/o el Sunny Central y asume el control de la inyección fotovoltaica 36 energética XXI · Nº 156 · MAR16


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