Energética XXI. Septiembre 2024

La política industrial y la política energética en España, mano con mano Mucho se está hablando en las últimas semanas del informe del exprimer ministro italiano Mario Draghi sobre la competitividad de nuestra Unión Europea, realizado a petición de la Comisión. El informe ‘The future of European competitiveness – A competitiveness strategy for Europe’ aborda la necesidad de reactivar la competitividad europea haciendo hincapié en dos áreas claves: la energía y la industria, algo que desde ACOGEN hemos venido señalando insistentemente con conocimiento de causa y experiencia propia. JAVIER RODRÍGUEZ DIRECTOR GENERAL DE ACOGEN E l informe, que consta de una primera parte estratégica de 69 páginas y una segunda parte de análisis y recomen- daciones en profundidad de 328 páginas, tiene como objetivo proponer una nueva estrategia industrial para Europa que afronte las barreras a la competitividad. Las conclusiones del informe contribuirán al trabajo de la Comisión sobre un nuevo plan para la competitividad sostenible de Europa. En concreto, al desarrollo del “Nue- vo Pacto Industrial Limpio para industrias competitivas y empleos de calidad”, que se presentará en los primeros 100 días del nue- vo mandato de la Comisión Europea, una noticia de la que nuestro país seguro toma buena nota, contando además ahora como Vicepresidenta con Teresa Ribera. Industria, energía y descarbonización De las 140 medidas que recoge el informe para fomentar la competitividad, 22 guar- dan relación directa con la energía y la in- dustria. Con prioridad, el informe destaca que hay que alinear las políticas energéti- cas y las políticas industriales para lograr reducir los costes energéticos, innovar y equilibrar el escenario con la competencia exterior, asegurando así que los esfuerzos realizados en descarbonización impulsen, y no debiliten, a la industria. Es decir, la tran- sición energética debe ser competitiva para nuestras industrias sino no será sostenible ni posible. Altos costes energéticos industriales El ya denominado informe Dragui evidencia que los costes energéticos elevados que su- fre Europa están afectando negativamente a la industria manufacturera, provocando que las empresas consideren reubicaciones o, en el mejor de los casos, reducciones en su pro- ducción, con las consecuencias económicas negativas que ello supone. Mientras, encon- tramos que tanto Estados Unidos como Chi- na están apoyando mucho más a sus indus- trias manufactureras que Europa. Es cierto que el informe habla también de la existencia de otros factores asociados a este declive industrial que vive Europa, ade- más de los costes energéticos, como pueden ser la debilidad en la innovación, la falta de una estrategia coordinada, la escalabilidad o la burocracia, entre otros, pero no hay cogeneración 92 ENERGÉTICA XXI · 239 · SEP 24

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