EFICIENCIA ENERGÉTICA Las farmacéuticas encuentran en las ESEs su ‘copiloto’ ideal: su socio experto en la gestión energética Este año me gustaría empezar este artículo definiendo un punto de partida que resulta más claro y que marca la actualidad de muchos de los sectores industriales. Con el aumento del precio de la energía, la intención de las industrias de lograr un proceso de producción y un consumo más sostenible es más evidente, y el sector farmacéutico no es excepción. Admiten cada vez más la gestión de la eficiencia energética en sus empresas asumiendo cambios con los que afrontar la transición hacia un modelo caracterizado por una importante reducción de la energía necesaria para fabricar sus productos. La inversión de la industria farmacéutica en las energías renovables y en proyectos de eficiencia energética ha aumentado. ELENA GONZÁLEZ DIRECTORA DE ANESE (ASOCIACIÓN DE EMPRESAS DE SERVICIOS ENERGÉTICOS) Según avanzan algunos medios especializados este mismo mes, el elevado consumo energético de las empresas del sector farmacéutico y cosmético representa actualmente un 2,6% de la producción, lo que implica que esas empresas realicen esfuerzos para maximizar su gestión energética con la finalidad de reducir sus facturas y gastos energéticos. Para trasladar a la realidad de las industrias esa gestión energética y sus beneficios hay que seguir apostando por la implantación de tecnologías innovadoras y sostenibles aplicadas a medida según los criterios de la eficiencia energética. En el caso de la industria farmacéutica hay que tener presente que es una industria ideal y propicia para introducir tecnologías punteras, ya que las compañías farmacéuticas y laboratorios son consideradas grandes inversores en I+D. Esta idea la corrobora Farmaindustria (Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica), quien confirma que la inversión en investigación y desarrollo de esta industria en España alcanzó los 1.147 millones de euros en 2017. Además de estar concienciadas en relación a la gestión energética y respecto al cambio hacia soluciones tecnológicas eficientes e innovadoras, las industrias farmacéuticas deben igualmente tener muy presentes los objetivos del marco de clima y energía de la Unión Europea para el año 2030: • Al menos 40% de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (en relación con los niveles de 1990) • Al menos 32% de cuota de energías renovables • Al menos 32,5% de mejora de la eficiencia energética Y, como no podría ser de otra forma, llegados a este punto hacemos hincapié en que para conseguir una disminución real de las emisiones de CO2, y consecuentemente reducir la huella ambiental, es muy recomendable que las industrias adopten proyectos de servicios energéticos, los cuales son sinónimos de eficiencia energética garantizada a lo largo del tiempo. El sector farmacéutico sigue siendo considerado uno de los ámbitos industriales con gran potencial de ahorro energético y de reducción de emisiones de CO2, por ello, si se apuesta -como decía al inicio- por la optimización de la demanda energía y los proyectos sostenibles, las farmacéuticas pueden encontrar en las ESES su ‘copiloto’ ideal. En definitiva, la ESE puede ser su socio experto en la gestión energética, que además se comprometen con los resultados acordados y asumen el riesgo operativo para lograrlos. Recordamos que las ESEs son conocedoras de las tecnologías asociadas a la eficiencia energética, de las tecnologías de la información asociadas a la gestión energética y expertos en la financiación de las inversiones con los ahorros logrados. Las ESEs condicionan el pago de los servicios prestados a la obtención real de ahorros de energía y asumen el riego técnico y pueden asumir total o parcialmente el riesgo económico del proyecto. Esta es la razón por la cual el retorno de la inversión depende en gran medida de las mejoras realizadas y, por tanto, de la tecnología que se utiliza. Por eso, esperamos que los negocios de las ESEs aumenten gracias a una mayor demanda de proyectos de eficiencia energética. Desde ANESE nos gusta subrayar que una Empresa de Servicios Energéticos es una empresa que proporciona servicios de mejora de la eficiencia energética afrontando cierto riesgo al hacerlo, y que basa el pago de los servicios prestados en la obtención de ahorros energéticos. Así, una ESE aporta mucho más que un simple servicio. Y de todo esto se pueden beneficiar las industrias farmacéuticas. Más ahora con una coyuntura normativa favorable con la nueva Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios, Directiva (UE) 2018/844, publicada en mayo de 2018, por la que se modifica la Directiva 2010/31/UE relativa a la eficiencia energética de los edificios y la Directiva 2012/27/UE relativa a la eficiencia energética en lo concerniente a los edificios. Esta directiva está centrada en el rendimiento energético de los edificios y parte de la premisa del objetivo de eficiencia energética para 2030, que es del 32,5% Las ESEs condicionan el pago de los servicios prestados a la obtención real de ahorros de energía y asumen el riego técnico y pueden asumir total o parcialmente el riesgo económico del proyecto 58 energética XXI · 184 · MAR19
Energetica184marzo2019
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