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PUBLIRREPORTAJE BARCELONA ENERGÍA, EL OPERADOR ELÉCTRICO PÚBLICO Y METROPOLITANO El año que viene, las instalaciones del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), como ya lo hacen las del Ayuntamiento de Barcelona, funcionarán con la energía de una nueva compañía eléctrica de capital 100% público. Iniciativas de este tipo son muy habituales en grandes metrópolis de países como Estados Unidos, Canadá, Japón o incluso Europa. Barcelona Energía, la empresa pública de energía que a partir de enero abastecerá el AMB, es una pieza clave para que el ente cumpla con los compromisos que se ha marcado en el Plan Clima y Energía 2030, la hoja de ruta hacia la transición energética. En los próximos años, el AMB quiere que se reduzcan las emisiones hasta en un 40%, e impulsar la generación de energía local y renovable para lograr más autosuficiencia, siguiendo las directrices europeas. Eloi Badia, vicepresidente de Medio Ambiente de la AMB, afirma que “el modelo energético actual es ineficiente y perjudicial para el medio ambiente y para la salud de las persones. Además, al basarse en los combustibles fósiles, crea una gran dependencia del exterior”. Por otra parte, según el AMB, la generación de electricidad está centralizada en un modelo en el que prevalecen los intereses de las compañías privadas más que el interés de la ciudadanía, un hecho que ha llevado a que en España se pague una de las facturas eléctricas más caras de Europa. La creación de un operador eléctrico público es la herramienta que debe ayudar en esta transición energética. El operador nace con tres grandes funciones. En primer lugar, suministrar la energía a las instalaciones del AMB, y en un futuro ir sumando sus servicios hacia otros ayuntamientos metropolitanos. En segundo lugar, asesorar sobre las tarifas y potencias más adecuadas para la ciudadanía. Y en tercer lugar, fomentar las energías renovables encargándose del mantenimiento de instalaciones fotovoltaicas y representando los productores de energía solar en el mercado eléctrico. 20.000 usuarios particulares Barcelona Energía podrá destinar, por ley un 20% de su actividad al sector privado. Esto equivaldría a que unas 20.000 familias contrataran los servicios de la nueva eléctrica. El AMB aún no ha calculado las tarifas finales, pero asegura que habrá otros servicios que harán atractivo el cambio de compañía. Por ejemplo, la nueva operadora informará proactivamente de cuál es la mejor tarifa y la potencia más adecuada para cada cliente. Hoy en día no es extraño que una familia tenga contratada una potencia de 10 kilovatios cuando sólo necesita 3,5. Además, la comercializadora ofrecerá facilidades a las personas en riesgo de exclusión residencial, dando respuesta al derecho de acceso a la energía, un derecho que desde el AMB consideran que es básico. TERSA gestionará el operador público Para llevar a cabo la comercialización de la energía, el AMB y el Ayuntamiento de Barcelona utilizarán TERSA, una empresa pública dedicada básicamente a la gestión de los residuos del área metropolitana y que, indirectamente, también tiene experiencia en temas energéticos, ya que genera y vende energía en el mercado a partir de la valorización de residuos. TERSA es una sociedad del AMB y el Ayuntamiento de Barcelona. La mayoría de metrópolis del mundo tienen una compañía local de propiedad pública que gestiona la distribución de energía eléctrica en la ciudad. A pesar de que este tipo de empresas son muy habituales en países como Japón, Canadá, Estados Unidos y buena parte de Europa, en España existe una legislación eléctrica que da el monopolio de la distribución a la compañía con más presencia en el territorio. El AMB se planteó crear una empresa de energía pública hace más de dos años. Joan Pinyol, director del área de Medio Ambiente del AMB, recuerda las dificultades del proyecto: “Cuando empezamos a trabajar queríamos hacer una intervención más integral, pero nos encontramos con restricciones de la legislación española con relación al sector eléctrico”. Sin embargo, el proyecto tiene interés público por dos razones. La primera es porque afecta la comercialización de energía para el consumo propio de las administraciones. La segunda es que el AMB creará un conocimiento que será esencial para caminar hacia la transición energètica del territorio metropolitano �� Photo by David Sola on Unsplash 30 energética XXI · 181 · NOV18


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