Marta González Coderch, responsable de tecnología en Eólica y Energías Marinas en Sener

La desigualdad de género en el sector energético sigue siendo un desafío en un entorno profesional todavía muy masculinizado. Para abordar esta cuestión, hemos reunido a mujeres que trabajan en empresas destacadas del sector. En esta entrevista coral, las protagonistas nos explican cuáles son sus funciones en sus puestos de trabajo, las iniciativas necesarias para fomentar una mayor inclusión y equidad de género, el impacto de una mayor diversidad en la innovación y el desempeño empresarial, y las estrategias para motivar a más mujeres jóvenes a interesarse por carreras STEM. Sus testimonios ofrecen una visión de los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria energética en su camino hacia una mayor equidad de género. En este caso, hemos hablado con Marta González Coderch, responsable de tecnología en Eólica y Energías Marinas en Sener.

Describa brevemente su labor en el sector energético y el tipo de proyectos/servicios de su empresa en los que trabaja diariamente.

Soy ingeniera de caminos, canales y puertos por la Universidad Politécnica de Cataluña y estudié un máster en gestión y explotación portuaria en el mismo centro. Durante toda mi carrera profesional, que ha transcurrido durante 20 años en Sener, he estado ligada a proyectos de ingeniería marítima y portuaria, proyectos de oil and gas y proyectos de eólica marina; en este último campo, existe un gran interés y demanda, tanto a nivel global, como en España: en el país, el objetivo es alcanzar los 3 GW instalados en 2030 y, en la Unión Europea, según la Agencia Internacional de la Energía, la mitad de la generación eólica será marina en 2040. Es un momento muy interesante para este campo, con notables desarrollos tecnológicos, y es gratificante trabajar en un ámbito que ayudará a alcanzar los objetivos de descarbonización de la economía.

Según AEMENER, en 2022 las mujeres representaban un 32,9% de la plantilla de las empresas del sector energético español, ¿qué iniciativas podrían implementarse para fomentar una mayor inclusión y equidad de género en esta industria?

Estoy segura de que existen muchas alternativas, especialmente, en cuanto al fomento de vocaciones. Por ejemplo, la Fundación Sener cuenta con la iniciativa Un reto por la ciencia que, anualmente, lanza a alumnos y alumnas de toda España en edad escolar retos de ingeniería con los que las empresas del sector nos encontramos cada día. Esta implicación activa desde edades tempranas ayuda a despertar vocaciones científicas y técnicas en las más pequeñas, que, personalmente, creo que es una de las maneras más efectivas de, a largo plazo, lograr que ese 32,9%, en el caso del sector energético, aumente. Las empresas tienen la responsabilidad de ofrecer igualdad de oportunidades, proyectos atractivos y oportunidades de crecimiento, pero, como sociedad, también es importante ayudar a las más jóvenes a descubrir lo que campos como el energético o la ingeniería pueden ofrecerles.

Otros ejemplos que conozco por mi trabajo en Sener son el programa Mujer e Ingeniería, de la Real Academia de la Ingeniería, que tiene como objetivo impulsar la ocupación femenina en carreras STEM, además de incluir diversas acciones de mentoring, entre otras. O la iniciativa Cross Mentoring de Equipos y Talento, en la que Sener también participa y que consiste en la escucha, acompañamiento y puesta en común de conocimiento entre mentoras y mentees.

Sin duda, hay muchas más oportunidades: numerosas empresas son proactivas e impulsan iniciativas útiles para cerrar la brecha de género en el sector.

¿Cómo podría influir una mayor diversidad de género en la innovación, la toma de decisiones y el desempeño general de la empresa?

La innovación no se entiende sin la diversidad. Los retos técnicos a los que nos enfrentamos son cada vez más complejos y ricos en matices y, por tanto, es necesario aportar puntos de vista distintos, aunar disciplinas y perfiles cognitivos y experienciales distintos. Hoy es común escuchar que las habilidades interpersonales, en campos técnicos (incluido el energético), son más importantes que nunca, y no es un lugar común: la colaboración, el trabajo en equipo y la diversidad son hoy valores que nos enriquecen como personas, pero que también nos permiten tener empresas más competitivas.

En cuanto al entorno estudiantil, la representación femenina en carreras STEM sigue siendo relativamente baja. Desde las empresas energéticas, ¿qué estrategias se podrían llevar a cabo para motivar a más mujeres jóvenes a interesarse y dedicarse a estas disciplinas?

Volviendo al ejemplo anterior, creo que es importante compartir y divulgar la necesaria labor que desde las empresas del sector se lleva a cabo para el bienestar de todos. Hablamos de itinerarios formativos técnicos y en gran medida desconocidos por las más pequeñas, a no ser que cuenten con un familiar que trabaje en dichos campos. Para poder implicarse e interesarse por estas disciplinas, primero deben conocerlas y perder el miedo o la indiferencia hacia una carrera profesional que no solo puede cambiarle la vida a ellas, sino al de las futuras personas que se beneficiarán de las soluciones diseñadas por las ingenieras del mañana.