Con la implementación del sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE) por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se da un paso decisivo para incentivar los proyectos de eficiencia energética en nuestro país. Este hito se alinea estrechamente con la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios que acaba de aprobar el Parlamento Europeo y que establece que todos los nuevos edificios deberán ser climáticamente neutros a partir de 2030, marcando así un hito crucial en la lucha contra el cambio climático.
Los CAE permiten monetizar los kWh/año ahorrados tras una intervención de eficiencia energética. Esto es posible gracias a la participación de las empresas obligadas a contribuir al Fondo Nacional de Eficiencia Energética, como las comercializadoras de gas y electricidad, así como las distribuidoras de productos derivados del petróleo y gas licuado, que pueden adquirir estos CAE a los propietarios del ahorro (empresas, personas individuales o comunidades de propietarios que llevan a cabo las actuaciones). Además de estos sujetos obligados y los propietarios de los ahorros, encontramos una figura intermedia: el sujeto delegado, que favorece y promueve las actuaciones de mejora de la eficiencia energética por parte de los propietarios, valora los ahorros generados y realiza la intermediación entre el propietario del ahorro y el sujeto obligado para rentabilizarlos mediante los CAE.
A principios de este año se emitieron los primeros CAE en nuestro país. La implementación, en una mancomunidad de más de 1.200 vivienda de la Comunidad de Madrid, del Plan Remica Hybrid Coste Cero ha generado 8,78 millones de CAE, es decir, ha producido un ahorro de 8,78 millones de kWh/año a los vecinos.
Esta intervención consistió en la hibridación del sistema de calefacción y agua caliente sanitaria para estos edificios de producción centralizada, incorporando la aerotermia como sistema principal de generación de calor en lugar de las calderas de gas.
Gracias a esta actuación, se ha logrado un ahorro de 10,238 GW/año en comparación con el sistema original de calderas de gas. Además, representa un ahorro del 21% sobre la inversión realizada en el sistema de aerotermia.
No todas las actuaciones son susceptibles de generar CAE. Se pueden certificar tanto las actuaciones estandarizadas dentro de un catálogo elaborado por el MITERD, como la sustitución de una caldera de combustible fósil existente por una bomba de calor o las mejoras en la envolvente térmica del edificio. Sin embargo, también se contemplan las llamadas actuaciones singulares, que son implementaciones más complejas cuya gestión y cálculo no están estandarizados.
En esta ocasión, los CAE se han obtenido mediante la aplicación de la ficha RES060 para la sustitución de calderas de combustión por una bomba de calor tipo aire-aire, aire-agua, agua-agua o combinadas.
Las principales medidas implementadas con el Plan Remica Hybrid Coste Cero han sido: la hibridación con más de 100 bombas de calor, alcanzando una potencia pico de 1.632 kWt; la instalación de más de 1.146 paneles solares con una potencia pico de 630 kWp; la implementación del sistema EXEON para la optimización de la gestión energética de la instalación; y el aislamiento térmico de la fachada.
La implantación de estas medidas ha permitido mejorar la eficiencia energética de las instalaciones de estas comunidades de propietarios, reduciendo así el precio del MWh útil térmico y contribuyendo a los objetivos de descarbonización y reducción de emisiones establecidos por el PENIEC 2021-2030 (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima).
Con las diferentes actuaciones que se llevarán a cabo, incluida la rehabilitacion de la envolvente, se prevé lograr un ahorro energético del 78%, lo que mejorará el confort de la Mancomunidad. Los vecinos disfrutarán de calefacción las 24 horas del día con mínimas oscilaciones de temperatura durante la temporada (+/- 0,2ºC). Además, se ha conseguirá una revalorización del inmueble, pasando de una certificación energética ‘E’ a ‘B’. Por último, destacar que esta actuación contribuye al proceso de descarbonización reduciendo 3.543 tCO2/año.
A todas estas ventajas, ahora se une la posibilidad de generar Certificados de Ahorro Energético (CAE) tras la actuación y recuperar parte de la inversión. Estos certificados, junto con las deducciones fiscales del IRPF y los incentivos municipales del IBI, hacen que la inversión en eficiencia energética sea más accesible y atractiva que nunca.
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