El último informe del Observatorio de Energías Renovables de Foro Sella destacó que, el año pasado, las energías renovables abastecieron el 55% de la demanda eléctrica nacional.
Las renovables alcanzaron en 2023 un récord de 134.315 GWh inyectados al sistema, un 15,1% más que el año anterior y un 37,2% más que en 2019. Este hito histórico es un claro ejemplo del poder y la viabilidad de las energías limpias, y una indicación de que estamos en el camino correcto hacia un mundo más verde y próspero. Por ello, para seguir en esta dirección y cumplir con la agenda 2030, es importante que empresas privadas y públicas unan esfuerzos para desencadenar el cambio y que las energías limpias estén al alcance de todos. Una de las herramientas para esta evolución son las instalaciones fotovoltaicas, y su verdadero potencial sólo puede llevarse a cabo si se pone al alcance de todos, donde cada individuo y comunidad tenga acceso y participación activa en su adopción.
Es innegable que la tecnología fotovoltaica ha experimentado grandes avances en las últimas décadas. La eficiencia de las células solares ha aumentado, los costes de producción han disminuido y las innovaciones en almacenamiento de energía han alcanzado nuevas fronteras. Por ello, es un buen momento para generar un impacto significativo, adoptando un enfoque inclusivo que facilite la implementación a gran escala y nos conduzca a resultados globales positivos.
Además, el avance de las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial o la tecnología blockchain, nos acerca cada vez más a este futuro de energías limpias accesibles y eficientes.
En España disponemos con más 2500 horas de sol al año, lo que nos convierte en un país con potencial para el retorno de inversión en instalaciones de paneles solares, con un promedio de 5 años, en comparación con otros países europeos donde el promedio es de 9 años. Aunque estamos en el buen camino, solo el 2% de los propietarios de viviendas residenciales cuentan con energía solar. Esto se debe a diferentes factores, entre ellos los costes iniciales; de hecho, un 56% de los ciudadanos considera que el coste es demasiado alto y solo el 25% percibe que los ahorros son significativos. Sin embargo, resulta alentador que el 85% de los españoles expresen su interés en utilizar energía verde en sus hogares. En este punto, se hace evidente la necesidad de reducir los costes, así como de implementar políticas y regulaciones para incentivar la adopción de tecnologías de energía limpia, fomentar la inversión en proyectos de energía renovable y apoyar la investigación y el desarrollo de soluciones en este ámbito.
Las empresas tenemos la responsabilidad de liderar este proceso de democratización. En SolarMente, entendemos que nuestro éxito no solo se mide en términos de ganancias financieras, sino también en el impacto positivo que generamos en el planeta. Por ello, nos comprometemos a democratizar el acceso a la energía solar, haciéndola una realidad alcanzable para todos. Ofreciendo ahorros desde el primer día y garantizando un precio eléctrico inalterable durante 20 años.
El modelo de negocio que presentamos en SolarMente, centrado en el autoconsumo fotovoltaico con un sistema de suscripción, busca superar la brecha existente en el acceso a la energía solar. Somos conscientes de que la inversión inicial representa un obstáculo para la mayoría de los consumidores interesados en la energía fotovoltaica. Por ello, hemos diseñado una solución que garantiza la posibilidad de disfrutar de los beneficios de las energías renovables de manera accesible y asequible.
El camino hacia la democratización no puede ser recorrido solo por el sector privado. Los gobiernos desempeñan un papel crucial al establecer políticas y marcos regulatorios que fomenten la adopción de energías renovables. Esto incluye la implementación de incentivos fiscales para la instalación de paneles solares, tarifas e impuestos que fomenten la generación y distribución de energías renovables, así como programas de educación que promuevan su uso.
Si facilitamos el acceso a las energías renovables, construiremos un futuro más sostenible desde el punto de vista medioambiental, uno más justo y equitativo, democratizando el acceso a una fuente de energía limpia y renovable. Al unir fuerzas, empresas, gobiernos y ciudadanos podemos allanar el camino hacia un futuro donde la energía sea limpia, abundante y accesible para todos.
Artículo escrito por:
Wouter Draijer
CEO de SolarMente